Fernando Fischmann

Innovación Radical: Más allá de las empresas Startups

12 Noviembre, 2014 / Artículos

Una creencia bastante extendida hoy en día es que la innovación radical-esa que crea nuevos mercados o revoluciona mercados existentes-es el territorio de las empresas startups. El éxito y la visibilidad de algunas de estas empresas ha llevado a descartar empresas con varios años de experiencia como capaces de llevar a cabo este tipo de innovación. Esta creencia no deja de ser curiosa ya que hasta hace poco más de dos décadas, las grandes innovaciones se asociaban a grandes empresas. Schumpeter por ejemplo creía que sólo estas empresas tenían los recursos para llevar a cabo este tipo de innovación.

Empresas como 3M, Nestlé, o IBM y más recientemente Apple y Google demuestran que esta creencia no tiene por qué ser cierta. En nuestro reciente libro The Innovation Paradox vemos por qué esta creencia se convierte en realidad en muchas empresas, lo que llamamos la paradoja de la innovación, y cómo basándonos en las experiencias de startups se puede diseñar un proceso de innovación radical en empresas establecidas.

Empecemos por la paradoja. Las empresas que llevan varios años funcionando, tienen un modelo de negocio maduro que ha demostrado su viabilidad. Para seguir compitiendo y arañar unos puntos de cuota de mercado, es fundamental ir mejorando el modelo cada día. Es lo que llamamos innovación incremental, aquella que ayuda a tener un negocio un poco más competitivo. Esta innovación es crítica, sin ella, la empresa pierde las ventajas que la hacen rentable. No es ninguna sorpresa que las empresas dediquen muchos esfuerzos a esta mejora. La paradoja es que a medida que la gente se enfoca más en este tipo de innovación, deja de lado la innovación radical -aquella que crea nuevas plataformas de crecimiento. Si no se entiende la diferencia entre estos dos tipos de innovaciones, la empresa mejora el modelo actual sin ser consciente del riesgo que asume si un nuevo concepto lo hace obsoleto. Es cuestión de tiempo antes de que aparezca alguien con un modelo nuevo que nos traiga problemas. Innumerables industrias han visto cómo sus estructuras que parecían estables han sido totalmente reinventadas por gente que pensó en formas diferentes de llevar a cabo el negocio.

Para evitar esta situación hay que tener un pie en cada tipo de innovación, la que nos lleva a crecer nuestro negocio actual, y la que nos permite crear nuevos modelos. Cada tipo de innovación requiere su propio modelo de gestión. En el libro nos enfocamos en innovación radical que se apoya en el talento de la gente que hay en la empresa y sus conexiones fuera de ella. Al fin y al cabo, si las empresas se preocupan en contratar gente capacitada y con ilusión, mejor usar este talento para crear y no sólo para ejecutar una estrategia.

Fuente

Share

Etiquetas:

Te puede interesar