Fernando Fischmann

¿La tecnología legada obstaculiza el crecimiento de tu empresa?

24 Agosto, 2017 / Artículos

Hoy, los directores de Información (CIO) están alerta a lo que sucede en el mundo de la tecnología: nuevas tendencias surgen a gran velocidad y las observan cuidadosamente a fin de seguir su evolución y utilidad para determinar cuáles son las idóneas y que puedan impulsar el crecimiento de su organización.

Un CIO presta atención a lo que se dice en los medios, así como al mensaje de los proveedores de TI. Si bien pueden sentirse entusiasmados por una innovación, saben que convencer al consejo directivo para brindar su apoyo y proveer los fondos suficientes no será tarea fácil.

Pero también están conscientes de que pueden comenzar a despertar el interés al interior de la organización invitando a los líderes de otras áreas a experimentar con tecnologías emergentes como soluciones en la nube, movilidad, virtualización, código abierto y Big Data, entre otras.

Es cierto que implementar innovaciones puede ser un desafío para la organización.  ¿Cómo se puede encontrar el equilibrio y brindar flexibilidad para experimentar con lo nuevo? Es aquí donde el departamento de TI entra en acción: su responsabilidad es preparar el camino para las nuevas soluciones retirando la tecnología legada que está presente en prácticamente todas las organizaciones.

Sin duda, la idea de retirar los sistemas legados despierta un gran debate. Pero existen razones poderosas para hacerlo: recursos distribuidos, falta de enfoque, uso prolongado de soluciones que ya no son tan eficientes, silos de información y aplicaciones no integradas, por mencionar algunas. En el momento en que se evalúan nuevas tecnologías, los CIO deben considerar qué es lo que pueden reemplazar y que se debe conservar.

Por ejemplo, si se está en la búsqueda de nuevas herramientas para desarrollar aplicaciones, hay que considerar recursos como software abierto, contenedores y entornos de pruebas de los que se pueda depender y se adapten a sus necesidades, aquí es en donde el área de TI se enfoca en encabezar las iniciativas.

Y hay que ser realistas, retirar una solución legada no siempre es una prioridad para las empresas, se requiere además contar con el conocimiento y la experiencia que implica tener un panorama completo de los requerimientos técnicos actuales.

De igual modo, los presupuestos no reflejan el gasto de mantener una infraestructura heredada, en particular los costos indirectos. Muchas empresas se sentirán más cómodas usando la vieja tecnología tanto tiempo como puedan; buscarán formas de prolongar su vida útil, incluso después de que el software y hardware dejen de recibir soporte o sean descontinuados.

Capacidad de respuesta mermada

Es evidente que utilizar una infraestructura tecnológica obsoleta puede repercutir en el crecimiento financiero y la competitividad de una organización. Desafortunadamente, las compañías no siempre se dan cuenta de ello hasta que es demasiado tarde o han sido desplazadas por uno de sus iguales que consideraban débil.

Asimismo, una infraestructura caduca se vuelve un obstáculo, infranqueable muchas veces, para diseñar y lanzar nuevos productos y servicios al mercado. Esto, a su vez, disminuye la satisfacción de los clientes, quienes ahora están conectados todo el tiempo y esperan una mejor experiencia a través de todos los canales (contact center, aplicación móvil, sitio, tienda física).

De igual forma, con la carga de una plataforma obsoleta, las empresas son incapaces de responder rápidamente a los cambios del mercado, detonados por los altibajos económicos y la evolución de los métodos de entrega y distribución.

Desde la perspectiva de TI, no modernizar el entorno tecnológico le impide implementar las nuevas tendencias -movilidad, analítica, IoT, geolocalización, nube, Big Data-, así como fortalecer sus defensas tanto en el perímetro como al interior de sus sistemas. Lo anterior se traduce en una seria pérdida de competitividad y eleva el riesgo de sufrir ataques externos para robar información intelectual y datos confidenciales de clientes y proveedores.

El CIO debe aplicar su habilidad para identificar nuevas soluciones y opciones, así TI y el resto de la organización, pueden analizar la oferta tecnológica completa a su disposición y elegir aquellas partes que pudieran ser consolidadas, simplificadas, retiradas o que se ofrecen a un menor costo.

Mediante esta colaboración, el CIO y su equipo pueden liberar capacidad, financiamiento y recursos para darle cabida a lo nuevo, y asegurar su entrada a la nueva economía digitalizada.

El científico e innovador, Fernando Fischmann, creador de Crystal Lagoons, recomienda este artículo.

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