Fernando Fischmann

Las 8 principales olas tecnológicas de 2016

11 Abril, 2016 / Artículos

Cada vez más la tecnología juega un papel fundamental en nuestra vida diaria. En la actualidad no es necesario ser un experto en programación para encontrar valor y utilizar día a día un smartphone o una computadora.

Sin importar la edad o la profesión que tengamos, hoy utilizamos tecnologías que en siglos anteriores hubieran sonado imposibles aun para reyes o emperadores, tecnologías como los automóviles, elevadores, microondas, smartphones, entre muchas otras.

Según el famoso futurólogo y experto en tendencias tecnológicas Ray Kurzweil, “en el siglo XX hubo más avances tecnológicos que en todos los siglos anteriores; sin embargo, en el siglo XXI se podría decir que viviremos alrededor de 20,000 veces más avances que en el siglo pasado”.

Por eso hemos decidido titular a este artículo “Las 8 olas tecnológicas de 2016” que darán mucho de que hablar (aquí puedes ver la primera parte):

  1. Nasdaq arranca pruebas con Blockchain

Bitcoin es una moneda digital descentralizada que ha generado mucha polémica por ser utilizada en la “deep web” como forma de pago para crímenes o por su enorme fluctuación en valor. A pesar de los grandes beneficios de esta novedosa moneda, existen debates intensos entre los que aprueban su uso y los que están en contra; sin embargo, bitcoin funciona con una tecnología llamada Blockchain, que permite tener control de autenticidad de propiedad de una manera descentralizada y altamente confiable.

Blockchain es un método descentralizado con el que se pueden verificar transacciones de forma mucho más rápida, económica y segura, ya que toda la información es pública, y es una forma de tener la contabilidad de las transacciones de forma distribuida en la red.

Nasdaq, la segunda bolsa de valores más grande del mundo, arrancó una prueba con Nasdaq Private Market, una plataforma que funciona para empresas en etapas anteriores a lanzarse como IPO. En diciembre de 2015 arrancaron una prueba ofreciendo acciones de la empresa Chain, experta en transacciones por medio de Blockchain. Para finales de 2016 se espera tener conclusiones positivas de esta tecnología a fin de expandir su uso como herramienta de transacciones bursátiles.

Por otra parte, la empresa R3 ya tiene a 42 de los bancos más grandes en su iniciativa del libro distribuido, lo que nos muestra que el sistema financiero, además de Nasdaq, está volteando a ver con seriedad la tecnología Blockchain como opción para transacciones descentralizadas, algo que escucharemos en 2016.

  1. Crowdfunding como democratizador de la innovación

Hasta hace unos años, cuando un inventor o emprendedor quería fondear una idea tenía que recurrir principalmente a familiares y amigos, ya que tener acceso a capital por medio de bancos, apoyo gubernamental o un fondo de inversión era un proceso que muy pocos lograban satisfactoriamente.

Sin embargo, hace algunos años surgió el fenómeno de fondeo colectivo “crowdfunding”, en que un inventor, emprendedor, artista o fundación podía tener acceso a una comunidad que fondeara su proyecto.

Lo interesante del fenómeno crowdfunding es que desde 2011 ha duplicado el valor de mercado año tras año, lo que nos habla de que si en 2015 el fondeo colectivo fue de 34.4 billones de dólares, en 2016 esa cifra podría ser duplicada nuevamente.

México juega un papel fundamental en el modelo de “crowdequity” (mediante el cual una comunidad puede comprar acciones de una empresa) con startups como Playbusiness, que ha logrado tener aprobación de la BMV (Bolsa Mexicana de Valores) permitiendo a las startups arrancar su negocio con capital para etapas tempranas por medio de fondeo colectivo, es decir, muchos accionistas que pueden invertir desde 100 pesos. En este fenómeno de crowdequity, México lleva la delantera, ya que el fondeo colectivo para etapas tan tempranas aún no se da en países como Estados Unidos. Playbusiness cree tanto en el fondeo colectivo que ellos mismos lanzaron acciones de su empresa, logrando captar 5.1 millones de pesos en sólo 13 días, a una valuación de 102 millones de pesos de la empresa.

  1. Editar genes ahora es sencillo

En 1990 arrancó el proyecto del genoma humano, principalmente impulsado por el gobierno de Estados Unidos, para secuenciar el primer ADN humano, es decir, 3.3 miles de millones de genes que forman a un ser humano. Para 2003 se había logrado secuenciar completamente el primer genoma humano.

Lo interesante es que la combinación de la informática con la biotecnología está generando avances enormes en esta área de la ciencia.

Hacia 2003 costaba 100 millones de dólares descifrar un genoma, para 2007 esa cifra ya había disminuido a 10 millones y en 2015 era de alrededor de 1,000 dólares. Con esta tendencia, para 2020 podría costar entre 1 y 10 centavos de dólar descifrar el ADN de una persona.

En 2012 surgió la tecnología CRISPR CAS9, una forma de poder editar el ADN de forma precisa y una tecnología que sin duda puede revolucionar la medicina, ya que muchas enfermedades tienen origen genético, así que haciendo las correcciones se podrá ganar la batalla a enfermedades como el sida y el cáncer, entre muchas otras.

En septiembre de 2015 en su conferencia Ted, Jennifer Doudna, una de las creadoras de esta tecnología revolucionaria, pidió a la comunidad científica frenar el uso de la misma para la edición de genes humanos hasta generar una conversación en la comunidad científica sobre las implicaciones éticas y los riesgos de editar genes humanos.

Dentro de la comunidad científica, Jennifer habla de que existen dos posturas al respecto: los que están a favor de la edición de genes humanos para lograr ganarle la batalla a muchas enfermedades, y los que están en contra debido a los riesgos de editar genes de embriones, es decir, “hijos a la carta”, entre otros riesgos.

Sin duda, editar genes cada día es más barato y democrático, es decir, cada vez más gente lo podrá hacer, pero hay que ser conscientes de las implicaciones sociales y éticas que esto podría tener. Debates que seguramente escucharemos durante 2016.

  1. FBI vs. Apple: seguridad o privacidad

Tras el ataque terrorista en San Bernandino, California, en diciembre de 2015, al encontrar un iPhone como evidencia el gobierno de Estados Unidos le pide a la compañía Apple crear un acceso al celular del terrorista, lo que desata un gran debate sobre la privacidad de la información, un debate que va mucho más allá de sólo la FBI (Oficina Federal de Investigación) y Apple, e incluso mucho más allá de lo que pasa sólo en Estados Unidos, ya que esto sin duda tiene un impacto global.

La FBI argumenta que podría resolver e incluso prevenir muchos casos de terrorismo al poder tener acceso a los celulares de los terroristas, y pide a la compañía de Cupertino, Apple, tener un acceso cuando se genere una orden legal.

Apple argumenta que al dar al gobierno acceso a la encriptación de los celulares podría poner en riesgo la información de sus clientes, pues podría caer en manos equivocadas.

Por otra parte podría permitir a otros gobiernos obtener acceso a la información personal de su población, pero ¿qué pasaría si cayera en manos de un régimen autoritario?

El director general de Apple, Tim Cook, ha llamado a generar un debate público sobre el tema y sus implicaciones. Lo interesante de esto es que un debate de este tipo no sólo puede decidirse por abogados o políticos con argumentos legales; es importante tomar en cuenta a la comunidad científica y tecnológica.

Éste es un ejemplo de cómo la tecnología está evolucionando de una manera mucho más acelerada que las leyes, y este tipo de debates sobre seguridad y privacidad será algo que escucharemos bastante durante el año, con grandes implicaciones hacia cualquiera de las áreas que se decida dar prioridad.

El siglo XXI será recordado como un siglo en que las revoluciones tecnológicas serán algo frecuente. Lo importante es que como ciudadanos entremos a la conversación, ya que las implicaciones son enormes para nuestra vida y la de nuestros seres queridos.

El científico e innovador, Fernando Fischmann, creador de Crystal Lagoons, recomienda este artículo.

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