Fernando Fischmann

¡Que no se te vaya el tren para emprender!

8 Marzo, 2019 / Artículos

En el mundo de los negocios, la edad no es sólo un número, ya que se han implementado líneas de tiempo como ejemplos a seguir para llegar a aquello que socialmente hemos llamado “éxito”.

Muchos han osado en fijar el lapso perfecto para emprender entre los 20 a 35 años, debido al ímpetu y a la energía que lamentablemente es efímera… Pero, ¿qué hay de la población restante después de los 35 años? 

Sin quitarle peso a la biología y a la naturaleza humana, es errónea cualquier tesis sobre la edad cumbre de un empresario. Entonces, ¿cuál es la edad correcta para iniciar un negocio?

La respuesta correcta es: Hoy mismo.

Emprendemos el día en el que decimos emprender y por romántico que esto suene, miles de historias de éxito en el mundo han dado a conocer a personas que con tan sólo 15 años fundaron empresas exitosas y a su vez, a personas que con 70 años lo lograron de igual manera.

Cada vez son menos las personas que se atreven a emprender y se debe más por razones culturales que por sus propias capacidades.

No existen problemas reales, lo que sí existen son soluciones que van en contra de todo aquello que hemos creído como correcto.

La percepción que tenemos ante los problemas reside en nuestra mente y debemos de desaprender toda enseñanza que no nos ha funcionado hasta el momento.

Con el paso del tiempo, nos volvemos más cautelosos y analizamos mucho más a detalle los riesgos que los beneficios que podemos obtener. A quien debemos de vencer al emprender no es a la edad, sino al miedo.

La vida que tenemos en este momento, es la consecuencia de todas nuestras  elecciones anteriores. No obstante, no importan los hábitos del pasado, importan los hábitos que decidamos tener a partir de hoy.

La seguridad que nos proporciona un empleo no es una realidad, es una fantasía. Debido a que no existen trabajos seguros. Por mucho que consigamos escalar hasta el más alto peldaño en cualquier corporativo y nuestros sueldos tengan incrementos, en términos reales con la inflación de por medio, jamás ganaremos lo suficiente en un empleo como para comprar nuestra libertad.

Una de las claves para vencer al temor inminente es informándonos, convertirnos en autodidactas.

Todos los emprendedores del mundo tuvieron miedo al inicio de sus proyectos, sin embargo, lo combatieron investigando, capacitándose y rodeándose de personas expertas en su rubro para orientar su negocio.

Si cuentas con un perfil más conservador y te gustaría disminuir el porcentaje de riesgo, invertir en una franquicia es la opción para ti. Existen miles de modelos de franquicias, pero el de bienes raíces sigue siendo uno que más utilidades te puede ofrecer.

Este salto para iniciar cualquier empresa representa una grandísima responsabilidad, tanto personal como para la sociedad. La disciplina será nuestro mejor aliado, el trabajar duro y constante se verá reflejado en los resultados.

Es más importante plantearnos los motivos por los cuales estamos seguros de querer emprender que asegurarnos de que lo haríamos sólo por un fin último, dinero.

Cuanto más peso y pasión tengan tus motivos el recurso monetario vendrá como añadidura a tu esfuerzo.

Nuestra mente es un mar lleno de ideas únicas y originales o incluso, es posible que contemos con la solución para hacer de una idea ya existente en algo aún mejor. Sólo es cuestión de ponerles atención y no dejarlas escapar al hoyo negro de nuestra memoria, donde se van todas aquellas ideas sin seguimiento.

Lastimosamente no es suficiente contar con el deseo y con una brillante idea, necesitamos poner los pies sobre la tierra para convertir esos castillos de arena en realidad.

La diferencia consiste en convertir nuestro sueño en un plan realizable, esto nos permitirá saber en dónde estamos parados y qué necesitamos para llegar a nuestro objetivo. Con cifras no hay excusas.

Desarrollar un vehemente estudio de mercado y contar con datos duros nos servirán de herramientas de apoyo para empezar a construir nuestro proyecto.

Es primordial darle sentido a nuestras acciones con propósitos reales y claros.

Realizar una proyección financiera nos permitirá conocer el presupuesto que necesitamos y en cuánto tiempo podremos recuperarlo; si necesitamos inversionistas, si podemos pedir un crédito y qué entidades cuentan con la mejor tasa, o si (afortunadamente) contamos con el capital necesario.

Una vez que hayamos decidido emprender, debemos de ocupar el tiempo a nuestro favor estableciendo metas de una manera inteligente.

EL Método S.M.A.R.T fue publicado por primera vez en 1981 por un consultor americano llamado George T. Doran, en un artículo titulado: “There is a SMART way to write management´s goals and objetives”, que en español sería: “Existe una forma inteligente de escribir metas y objetivos”.

Aunque pueda parecer que el método se enfoca solamente al mundo corporativo, S.M.A.R.T se puede aplicar a todos los aspectos de nuestra vida tanto laboral como personal.

El método S.M.A.R.T. son siglas que hacen referencia al siguiente proceso que necesitas tener en cuenta antes de comenzar cualquier negocio o proyecto:

1. S (Específico): Evadir a toda costa la ambigüedad en nuestra meta, crear objetivos claros y concretos.

2. M (Medible): Si pensaste que te habías librado de las matemáticas, estás muy equivocado. Todo negocio necesita tener un sustento matemático y estadístico, de esta manera podemos hacer nuestro sueño cuantificable.

3. A (Alcanzable): ¿Cuentas con los recursos necesarios? ¿Puedes conseguirlos sin que se vuelva  posteriormente en una pesadilla? Hacer alcanzable nuestra meta nos motivará y ayudará a estar convencidos de que estamos en el camino correcto y no tirar la toalla.

4. R (Realista): Nadie tiene el derecho de decirte que no eres capaz de alcanzar tus sueños, NI TÚ MISMO pero, cuando somos realistas nuestros pasos serán cada vez más firmes y seguros.

5. T (Tiempo limitado): ¡Time is money! Fijar tiempos en un calendario, nos ayudará a ser más objetivos y puntuales con nuestros tiempos de entrega. Así, determinemos cómo y cuándo debemos de ejecutar nuestro plan.

Puede parecer muy simple pero de la sencillez han nacido grandes empresas. Gracias a S.M.A.R.T enfocarás mejor tus esfuerzos, harás un uso más adecuado de tu tiempo y te ayudará a convertirte en un verdadero estratega.

Este método puede ser tan minucioso y detallado como lo desees, entre más específico seas, mejores resultados conseguirás.

“Un pequeño cambio positivo puede cambiar tu día entero o tu vida entera”, dice Nishant Grover.

Si eres empleado y deseas emprender, cada día es una nueva oportunidad para tomar la decisión que pueda cambiar tu vida.

El científico e innovador, Fernando Fischmann, creador de Crystal Lagoons, recomienda este artículo.

Entrepreneur

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