Viviendo al Ritmo de la Innovación
19 Enero, 2016 / Artículos, Sin categoría
Durante este ineludible proceso de transición a la economía de la innovación, es normal que muchos han quedado sin una estrategia y sin las herramientas necesarias para adaptarse a este acelerado cambio a través de una búsqueda desesperada por adquirir las habilidades necesarias…
Los cambios tecnológicos y la sofisticación de las sociedades, las nuevas democracias locales, la gestión territorial, generan nuevas necesidades a las que no se puede responder con los métodos, tecnologías y decisiones tradicionales.
Para abordar los desafíos sociales, abrir caminos y trazar rutas que conduzcan al progreso, es necesario reorientar, entender al ser humano, vislumbrar una nueva lógica con enfoques más innovadores, fortalecer la presencia, aplicación e implementación de políticas públicas que favorezcan la generación del conocimiento, basados en la información, la experiencia y las capacidades que se adquieren por medio de la identificación y formación de capital humano.
Las empresas tienen que aprender a ser más enérgicas en el empleo de las habilidades científico-técnicas (las economías asiáticas emergentes, como China, India y Singapur ya lo están haciendo). Los gobiernos deben diseñar y poner en marcha incentivos de apoyo y políticas de financiación más eficaces. Y las comunidades científicas y tecnológicas tendrán que despojarse del exceso de individualismo y dejar de construir imperios. En su lugar, deberían trabajar en conjunto y cambiar un sistema dominado por la búsqueda de promoción y reconocimiento individual de los investigadores. Por su parte, la sociedad debe ser paciente y afrontar los costos de poner en marcha sistemas de innovación.
Debemos terminar con la formación tradicional y adaptar la manera de transmitir y enseñar la ciencia, tecnología e innovación para hacerlos más interdisciplinarios y prácticos e incorporar el aprendizaje colectivo, trabajar con los nuevos modelos de trabajo compartido, co-working y workspace, equipos en red para construir sistemas de innovación a través del fomento del pensamiento creativo y la confianza en las tareas compartidas, donde la gente interactúe, intercambie, colabore, conviva, produzca, genere emprendedores, innovación comprometida con el medio ambiente.
La inversión en infraestructura debe de ser prioritaria , pues es la base para lograr el desarrollo y competitividad. El desarrollo de infraestructura requiere de grandes inversiones y de grandes empresas con un fuerte respaldo financiero, pues los proyectos son a largo plazo y exigen volúmenes de inversión importantes.
Oportunidades las hay, cuando hay ideas buenas los recursos se encuentran, ¿Cómo? Con los diferentes programas y fondos de apoyo que ofrece el Gobierno Federal o a través de donantes externos.
Para tener acceso a los programas y fondos de apoyo del Gobierno, debemos de esperar las convocatorias y cumplir con las reglas de operación y para el caso de los donantes externos, pueden colaborar proporcionando fondos y experiencia, para crear y promover el desarrollo de la infraestructura necesaria para la innovación, apoyando iniciativas orientadas a comercializar los productos de la investigación a través de incubadoras tecnológicas, centros de diseño, grupos empresariales, parques tecnológicos, instalaciones piloto y oficinas de transferencia y previsión en establecimientos de enseñanza superior, como se ha comprendido y se viene aplicando aquí en Hidalgo.
Aprovechar al máximo este tipo de iniciativas requiere tender puentes entre las necesidades socioeconómicas, democráticas y ambientales locales y el sector educativo-formativo, generar esa verdadera vinculación entre los diferentes actores que integran el ecosistema de la innovación.
Hidalgo, Nuevo Polo de Innovación en México, es un hito donde con la visión del Gobernador Lic. José Francisco Olvera Ruiz, se está generando la infraestructura adecuada, las oportunidades, la vinculación así como construyendo las redes, conductos, nodos, canales, necesarios con diferentes actores del ecosistema de innovación tanto nacionales como internacionales, que han comprendido este cambio, con la finalidad de propiciar nuevas vocaciones de valor añadido que se traducen en más y mejores oportunidades de crecimiento y desarrollo para el Estado y para quienes aquí vivimos.
