Fernando Fischmann

Diseñadora de Reino Unido creó un bioplástico proveniente del cuero de pescado

17 Diciembre, 2019 / Artículos

Lucy Hughes, de 24 años, ganó un premio internacional de 30.000 libras (unos 32 millones de pesos chilenos) por su emprendimiento MarinaTex. Se trata de un nuevo material biodegradable y compostable, hecho de desperdicios orgánicos de pescado.

Cada vez, y de forma más común, nacen emprendimientos con grandes ideas para tratar de contaminar menos y aportar un granito de arena en la lucha contra el cambio climático. Muchas de estas nuevas ideas tienen que ver con el packaging de productos, ya que suelen ser de material plástico y de un solo uso. Cifras globales estiman que el 40% del plástico que se produce para embalaje se utiliza una sola vez y después se desecha.

En este contexto es que nace MarinaTex, un nuevo material que se califica como bioplástico y que presenta un gran potencial para reemplazar el plástico convencional en los envases de comida y bebida. Está compuesto por desperdicios orgánicos de pescado que, de otra forma, acabarían en basureros.

Este material ha sido creado por Lucy Hughes, de 24 años, graduada en diseño de productos en la Universidad de Sussex. Esta diseñadora espera que el material biodegradable MarinaTex ayude a abordar los problemas medioambientales que causa el dañino plástico de un solo uso.

“El plástico es un material increíble y como resultado hemos confiado demasiado en él. No tiene sentido utilizar plástico para productos que tienen un ciclo de vida menor a un día”, comentó en un artículo de la Universidad de Sussex.

Se trata de un producto traslúcido y fuerte, adecuado para packagings de un solo uso como envoltorios de sándwich y bolsas. Al ser orgánico, se descompondrá en compost o en los contenedores de basura adecuados en un tiempo de cuatro a seis semanas.

Hughes explicó también a la Universidad de Sussex: “Los bioplásticos de algas se están volviendo más comunes, pero el problema que enfrenté durante el desarrollo fue que las láminas que hice sin el desperdicio de pescado parecían volver a tener forma de algas arrugadas. Necesitaba encontrar un material que hiciera la fórmula más consistente. Me desafié a mí misma a encontrar un material que provenía de un flujo de residuos local. Mis experimentos iniciales involucraron otros tipos de desechos de peces, como conchas de mejillones y esqueletos de crustáceos antes de establecerse en los desechos de peces. El resultado fue una solución marina de origen local».

De esta forma, Hughes utilizó algas rojas para unir proteínas extraídas de las pieles y escamas de los peces, creando fuertes enlaces superpuestos en un material laminar translúcido y flexible.

Premio James Dyson

Gracias a su idea, Hughes recibió el premio James Dyson, por el cual consiguió 30.000 libras (unos 32 millones de pesos chilenos). Además de conseguir el primer premio compitiendo con otros del Reino Unido, logró sobresaltar entre más de mil personas de 28 países diferentes.

El esquema de premios anuales está dirigido por la Fundación James Dyson, el fideicomiso caritativo del diseñador Sir James Dyson. Desafía a los jóvenes a «diseñar algo que resuelva un problema» y está abierto a estudiantes y recién graduados en diseño de productos, diseño industrial e ingeniería.

Dyson dijo a The Guardian: «Los jóvenes ingenieros tienen la pasión, la conciencia y la inteligencia para resolver algunos de los mayores problemas del mundo. Finalmente, decidimos elegir la idea sin la cual el mundo podría prescindir. MarinaTex resuelve con elegancia dos problemas: la ubicuidad del plástico de un solo uso y los desechos de pescado».

Entre los finalistas de esta edición se encontraron: Anna Bernbaum, también de Reino Unido (Escuela de Ingeniería Dyson, Imperial College, Londres) quien creó Afflo, un dispositivo portátil con Inteligencia Artificial para ayudar a controlar los síntomas asmáticos y predecir los desencadenantes. El otro finalista fue Ryan Tilley, de la Universidad RMIT de Melbourne, quien presentó Gecko Traxx, un accesorio portátil para sillas de ruedas manual que brinda a los usuarios acceso a las playas, evitando que las ruedas se hundan en la arena.

El científico e innovador, Fernando Fischmann, creador de Crystal Lagoons, recomienda este artículo.

Innovación.cl

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